Secuestros y comandos de exterminio: las cinco operaciones más espectaculares de la historia del Mossad
El ataque a gran escala y sin precedentes contra miembros de Hizbolá, haciendo explotar miles de buscas de forma simultánea, es solo una de las insólitas misiones llevadas a cabo por el servicio de inteligencia israelí a lo largo de su historia
Buscas taiwaneses fabricados en Europa, carga explosiva y el Mossad: la principal hipótesis del ataque masivo contra Hizbolá

El director de los servicios de inteligencia externos franceses de la SDECE, Alexandre de Marenches, cuenta en sus memorias, ningún servicio secreto que se precie debe tener buena imagen, pues sus éxitos, si lo son, deberían permanecer secretos y únicamente sus fracasos salen a la ... luz. En este sentido, la operación ejecutada presuntamente por el Mossad israelí, en la que han hecho explotar en el Líbano miles de dispositivos buscapersonas («buscas») de forma simultánea en un ataque a gran escala sin precedentes, podría ser considerada un descalabro.
Sin embargo, ha sorprendido a los grandes expertos en espionaje y seguridad por su sofisticación, novedad y eficacia. Al menos nueve personas perdieron la vida y 2.800 resultaron heridas en una jornada en la que los hospitales se colapsaron y los servicios médicos pidieron a la población que acudiera a donar sangre para poder atender a tanto herido. Este ataque digno de una película de Hollywood recuerda a algunas de las operaciones más espectaculares protagonizadas por el Mossad desde su fundación en 1949, recogidas hace una década por Michael Bar-Zohar y Nissim Mishal en 'Las grandes operaciones del Mossad' (Galaxia, 2013).
El primer jefe de Mossad, Reuven Shiloah, ya declaró en 1949 el objetivo de la agencia: «Además de todas las funciones de un servicio secreto, tenemos otra tarea importante: proteger al pueblo judío, esté donde esté, y organizar su inmigración a Israel». En los años que siguieron, el Mossad ayudó en secreto a formar unidades de autodefensa en lugares donde las comunidades judías estaban en peligro, entrenó en Israel a centenares de jóvenes militantes judíos, pasó armas de contrabando a las comunidades judías locales de países inestables o enemigos y llevó a Israel a decenas de miles de judíos en peligro en países de Oriente Medio y de África.
De entre todas las operaciones, estas son probablemente las más importantes y espectaculares:
1. Operación Garibaldi (1960)
Garibaldi es, sin duda, la operación más famosa de la historia del Mossad, la misión con la que esta agencia de inteligencia comenzó a forjar su leyenda en 1960. Su objetivo era dar caza a uno de los nazis más buscados de toda Europa, Adolf Eichmann, uno de los principales organizadores del Holocausto y responsable directo de la conocida como «solución final», en la que se acabó con la vida de unos seis millones de judíos durante la Segunda Guerra Mundia. La misión fue puesta en marcha en 1957 por el chivatazo del fiscal general de Hesse, Fritz Bauer, tras haber sido informado por un amigo, Lothar Hermann, de que el exlíder nazi, huido en 1945 con una ideantidad falsa, residía en la localidad argentina de San Fernando. Lo supo porque la hija de este abogado judío mantenía una relación con el hijo de Eichman, Nicolás, sin conocer la identidad del progenitor y sin que le dijera nunca dónde vivía este.
El jefe y cerebro de la operación fue Iser Har'el, uno de los primeros jefes del Mossad. Todo comenzó con varios agentes haciéndose pasar por empresarios de una importante fábrica que desea radicarse en la localidad. Con la excusa de encontrar una sede, pidieron informes de los propietarios de las viviendas y encontraron a una Vera Liebl de Fichmann. Supusieron que los funcionarios habían confundido una E con una F. Luego comprobaron que esa casa estaba alquilada por un tal Ricardo Klement y, finalmente, lograron identificar al objetivo mediante fotografías tomadas por el espía Zvi Aharoni.
En marzo de 1960, los agentes israelíes descubrieron que se aproximaba la fecha de las bodas de plata entre Vera Liebl de Eichmann y Adolf Eichmann. Ese día, varios agentes acudieron a dicho domicilio a ver si había movimiento y descubrieron una fiesta familiar con amigos, por lo que supusieron que estaban junto a una de las personas más buscadas del planeta desde hacía 15 años. Al tener noticia, David Ben Gurión formó urgentemente un comité de emergencia en el que el primer ministro israelí, le preguntó al jefe del Mossad: «¿Cómo encararía tal problemática?». Y Iser Har'el respondió: «Traer a Eichmann a Israel, como sea».
El último paso fue secuestrarlo para juzgarlo en Israel. Tras varios días de vigilancia, el 11 de mayo de 1960, Eichmann bajó del autobús que lo traía del trabajo en la empresa Mercedes Benz. En una estrecha calle sin apenas luz y con una linterna en mano, fue interceptado. El nazi jamás regresó a su casa, derribada en 2022. Fue llevado a una casa franca del Mossad, donde confesó: «Yo soy Adolf Eichmann». Estuvo diez días en cautiverio, hasta que lo llevaron en secreto a un avión comercial, el mismo en el que pocos días antes había viajado una delegación del Gobierno de Israel. Iba camuflado como un piloto de la aerolínea. Dos días después, aterrizó en suelo israelí, anunciando después la gran exclusiva mundial.
2. Operación Cólera de Dios (1972)
Se trata de la operación encubierta del Mosad encaminada a asesinar a los individuos que, según Israel, participaron en la masacre de los Juegos Olímpicos de 1972 en Múnich, cuando 11 miembros del equipo israelí fueron tomados como rehenes y asesinados por un comando de Septiembre Negro, un grupo terrorista adscrito a la Organización para la Liberación de Palestina, liderada entonces por Yasir Arafat. La operación fue autorizada por la entonces primera ministra Golda Meir, en el otoño de 1972, y duró nada menos que veinte años. Se puede decir que se tomaron su tiempo para perpetrar la venganza.
A lo largo de esas dos décadas, la agencia acabó con la vida de los responsables directos e indirectos de la matanza en Múnich. El primero en caer fue Abdel Wael Zwaiter, oficialmente traductor de la embajada libia en Italia pero, según el Mossad, terrorista de Septiembre Negro. Recibió 12 disparos del equipo de asalto del general Zvi Zamir, el 16 de octubre de 1972 en Roma. A este le siguieron Mahmoud Hamshari, representante de la OLP en Francia. Utilizaron a un agente que se hizo pasar por periodista, con el que consiguió alejarlo por un momento de su domicilio en París para que un equipo especialista en explosivos entrara a instalar una bomba bajo el teléfono. El 8 de diciembre de ese mismo año, el supuesto periodista llamó a Hamshari y, al descolgar, detonó el aparato.
Así estuvieron hasta completar la lista, con objetivos tan dispares como Husein Al-Bashir, mediante otra bomba instalada bajo su cama; el profesor de Derecho Basil Al-Kubaisi, acribillado en París, o Mohammad Boudia, con un explosivo bajo el coche, entre otros. Todos mediante comandos encargados de esta campaña de exterminio. «Eran quince personas divididas en cinco escuadrones: 'Aleph', dos asesinos bien entrenados; 'Bet', dos guardaespaldas; 'Jet', dos agentes que deberían dar cobertura al resto del equipo alquilando habitaciones de hotel, apartamentos, coches y demás; 'Ayin', compuesto por entre seis y ocho miembros que apoyaban la operación siguiendo de cerca a los objetivos y estableciendo una ruta de escape para los escuadrones; y 'Qoph', dos agentes especializados en comunicaciones», escribía Simon Reeve en 'One Day In September' ('Un día de septiembre', Arcade, 2006).
3. Operación Hermanos (1980)
En 1980 se inauguró un resort en la costa del mar Rojo, llamado Arous, que la prensa local mostró con orgullo porque atraería a turistas y aficionados al buceo. El negocio fue un éxito durante los pocos años en los que estuvo abierto, lo que puede considerarse una hazaña si tenemos en cuenta que fue construido como tapadera para una de las más ingeniosas operaciones del Mossad. Fue la vía que encontró la agencia para rescatar a los judíos etíopes que huían sde la sangrienta guerra civil de Sudán.
La localización del resort daba a los agentes cobertura y una ruta de escape por el Mar Rojo, en misiones que ejecutaban por las noches de aquel año, mientras los verdaderos clientes dormían. De hecho, los agentes del Mossad atendían el mostrador de recepción durante el día, se adentraban en el interior para rescatar a los refugiados que vagaban por los caminos cuando se escondía el sol y los llevaban hacia Arous para luego concertar reuniones con otros comandos navales y transportarlos a su nueva casa.
El director de cine israelí Gideon Raff, creador de la serie 'Homeland', estrenó una película en 2019, titulada 'Rescate en el Mar Rojo' y protagonizada por Chris Evans, sobre esta increíble historia acaecida en los últimos años de la Guerra Fría. Durante la preparación del filme, el director llegó a volar a Israel para rastrear a los agentes del Mossad que trabajaron en Arous y a algunos de los etíopes que pudieron mudarse a Jerusalén. «Encontré una historia tan atractiva y sobrecogedora, que tuve que dejar todo y contarla», declaró en la prensa.
4. Operación Moises (1984)
Fue organizada hace cuarenta años para trasladar, de nuevo, a la comunidad de judíos etíopes desde Sudán a Israel. Fue, por lo tanto, otra misión secreta de rescate que se puso en marcha para salvarlos de la sequía y, sobre todo, de las guerras civiles que azotaban el continente. La fase definitiva se desarrolló durante 45 días que comenzó en noviembre de 1984 y terminó en enero de 1985, en los que lograron traer a Tel Aviv a 8.000 judíos de los campos de refugiados somalíes ubicados en territorio sudanés.
Israel ejecutó esta operación con la ayuda de Estados Unidos y las fuerzas de seguridad de Sudán, lo que sin duda influyó en el un millar de judíos etíopes se quedaran anclados en territorio sudanés tras la ruptura de las negociaciones entre Sudán e Israel que tuvieron lugar cuando los países árabes recriminaron a Sudán por colaborar con ese país mientras la misión de rescate se estaba desarrollando. A pesar de la gesta, se cree que unos 4.000 judíos etíopes perdieron la vida durante el recorrido a pie para llegar a este país, donde les esperaban los aviones para evacuarlos.
5. La operación para asesinar a Mughniyeh (2008)
Si nos centramos en los últimos años, podemos hablar de la operación en la que el Mossad acabó con la vida de Imad Mughniyeh. Se desarrolló en 2008. Según los medios de comunicación occidentales, un grupo de agentes israelíes lograron tender una emboscada y matar al líder militar de Hizbolá en Damasco. Hablamos del terrorista que encabezaba la lista de los «más buscados» del FBI, que estuvo implicado en algunos de los atentados más mortíferos de la banda terrorista a lo largo de casi tres décadas. Entre ellos, los perpetrados contra la Embajada de Estados Unidos en Beirut, la Embajada de Israel y la mutual judía AMIA en Argentina.
Después de los atentados de Beirut y los secuestros que siguieron, especialmente del jefe de la CIA en en la capital libanesa, Bill Buckley, que fue brutalmente asesinado en 1985, la captura de Mughniyeh se había convertido en una obsesión para muchos agentes de Inteligencia estadounidense. Tras meses de seguimiento e investigación, la noche del 12 de febrero de 2008, el terrorista caminaba por una tranquila calle de Damasco. No muy lejos de allí, un equipo de la CIA lo observaba. En un momento dado, Mughniyah se acercó a una camioneta estacionada en la calle, en la que un equipo del Mossad había colocado una bomba en la rueda de repuesto.
Cuando estalló, el aluvión de metralla mató a Mughniyah en el acto. El artefacto fue controlado a distancia, también, por los agentes del Mossad en Tel Aviv, que a su vez estaban en contacto con operativos en Damasco. Estados Unidos había probado la bomba repetidas veces en una instalación de la CIA en Carolina del Norte para garantizar que no se produjeran «daños colaterales» en la explosión. Los agentes, de hecho, tuvieron que esperar varios días para poder detonarla sin que nadie más estuviera cerca. La historia fue revelada por 'The Washington Post' y 'Newsweek' treinta años después, asegurando que Estados Unidos participó en dicha operación aunque nunca lo hubieran reconocido.
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